Recomendado: Informe de la Unesco y SUMMA formula recomendaciones para promover sistemas educativos más inclusivos en la región

 16 Jun 2022      Categorías:  Noticias, Recomendado

Bajo el principio “cada alumno es importante y todos los alumnos importan por igual”, se desarrolló el Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020 “Inclusión y Educación: Todos y todas sin excepción”. Este documento tiene como objetivo apoyar a las personas que trabajan en educación para garantizar que niños, niñas y jóvenes de América Latina y el Caribe puedan florecer y desarrollarse en sistemas que reconozcan el valor y la riqueza de la diversidad, para la construcción de sociedades más justas y sostenibles.

En 9 capítulos, el documento elaborado por Informe GEM, en colaboración con la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) y el Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe – SUMMA, evalúa algunas de las principales iniciativas emprendidas para mejorar la inclusión, basándose en estudios de casos de la región.

El Informe analiza en profundidad algunos ejemplos de los grandes desafíos que amenazan la inclusión en la educación dentro de América Latina y el Caribe. Algunos ejemplos son la migración y el desplazamiento en Costa Rica y Colombia, el aislamiento rural que existe en Brasil y Surinam, la discapacidad en Cuba y Nicaragua, la discriminación de género en Perú y Jamaica, la orientación sexual e identidad y expresión de género en Chile y México, la pobreza en República Dominicana y Honduras, la etnicidad en Bolivia y Ecuador, y los jóvenes en situación de privación de libertad en El Salvador y Uruguay.

Recomendaciones

Para que América Latina y el Caribe consigan el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4), establecido por las Naciones Unidas en 2015, sobre “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”, este informe elabora 10 recomendaciones.

1.- Entender la educación inclusiva de manera más amplia: Incluir a todos los educandos, independientemente, de su identidad, origen o capacidad.

Si bien, un 60% de los países de la región poseen una definición de educación inclusiva, sólo el 64% de esas definiciones engloban a múltiples grupos marginados. Los sistemas educativos de la región aún se encuentra dentro de los más estratificados del mundo.

2.- Centrar la financiación en los que han quedado atrás: La inclusión no existe cuando millones de personas no tienen acceso a la educación.

Es importante que los gobiernos de los países de la región perfeccionen sus asignaciones de fondos, destinadas a educación. Por su parte, los recursos esenciales aún son distribuidos de forma poco equitativa. Por ejemplo, la tendencia de enviar cuerpo docente que no tiene suficiente capacitación a escuelas rurales. 

3.- Compartir competencias y recursos: Es la única manera de realizar la inclusión.

Los recursos humanos y materiales, especializados para abordar la diversidad, aún se distribuyen de forma desigual y se concentran en pocas escuelas especiales. Las agrupaciones de escuelas promueven la educación intercultural y han extendido el acceso a la educación de la niñez indígena en zonas de altiplano.

4.- Realizar consultas significativas con las comunidades, los padres y las madres: La inclusión no se puede imponer desde arriba.

Las comunidades pueden contribuir a democratizar la educación y a que, en la adopción de decisiones, se tengan en cuenta opciones marginadas. Las escuelas deberían promover diálogos sobre la concepción y aplicación de prácticas escolares, mediante asociaciones de padres y madres u organizaciones estudiantiles.

5.- Establecer cooperación entre los distintos ministerios, sectores y niveles gubernamentales: La inclusión en la educación no es más que un subconjunto de la inclusión social.

La colaboración debe convertirse en la palabra central en los esfuerzos de los gobiernos para alcanzar la inclusión. Los ministerios de educación deben colaborar con otros ministerios y compartir información clave sobre las necesidades de los niños y niñas; además, deben velar por que los gobiernos locales se encarguen de prestar servicios a la comunidad que fomenten la inclusión.

6.- Dar espacio para que los actores no gubernamentales cuestionen y cierren las brechas existentes; asegurarse de que trabajan en pro del mismo objetivo de inclusión.

Las organizaciones no gubernamentales han prestado, durante años, servicios de educación, beneficiando a grupos más desfavorecidos. Los gobiernos deben mantener un diálogo con ellas, y trabajar en conjunto. 

7.- Aplicar el diseño universal: Hacer que los sistemas inclusivos desarrollen plenamente el potencial de cada alumno y alumna.

El concepto “diseño universal”, en educación, se refiere al diseño de los edificios escolares de manera que sean accesibles para todos los alumnos y alumnas con discapacidad. El concepto se ha ampliado para describir los enfoques que minimizan las barreras para el aprendizaje.

8.- Preparar, empoderar y motivar al personal educativo: Todos los miembros del cuerpo docente deben estar preparados para enseñar a todos los educandos.

Esta recomendación tiene directa relación con la formación del cuerpo docente, más allá de una especialización, ya que la inclusión debe ser transversal y central en la educación inicial y continua. Es necesario que los y las profesionales tengan las competencias para discernir y desarrollar el potencial de todos los alumnos sin prejuicios, valorando la diversidad. Además, esta recomendación hace hincapié en la necesidad de desarrollar programas de perfeccionamiento para directores y directoras de escuelas, ya que son los encargados de infundir un espíritu de inclusión dentro de los establecimientos.

9.- Recopilar datos sobre y para la inclusión con atención y respeto: Evitar asignar etiquetas que estigmaticen.

Los datos que son utilizados son cruciales para promover la inclusión. No todos los niños y niñas, que se enfrentan a la barrera de inclusión, pertenecen a grupos identificables o reconocibles. Muchos pertenecen a varios grupos. Cabe destacar que, el deseo de obtener datos detallados y rigurosos no debe prevalecer ante la necesidad de velar por no perjudicar a los alumnos.

 10.- Aprender de los pares: dar el paso a la inclusión no es fácil

Si bien, no se puede imponer un camino para la inclusión, ya que todos los contextos son distintos, es posible aprender mucho en el intercambio de experiencias. Ya sea, a través de redes de docentes, asociaciones de padres, madres y docentes y/o en foros nacionales.

Si deseas conocer más sobre este informe, puedes descargarlo completo desde el siguiente link: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000374615