Mi nombre es Elízabeth Barraza Martínez, profesora de Educación General Básica, post título en Educ. Diferencial y Magister en Gestión y Liderazgo Escolar, con 24 años al servicio de la Educación. Actualmente me desempeño como Directora del Liceo Municipal Rosita Renard de Coronel, Región del Bío-Bío.

Durante 22 años estuve trabajando en el sector particular subvencionado, primero en un establecimiento de nivel socio-económico medio alto y luego en otro de nivel medio bajo, dos realidades muy opuestas. En ambos establecimientos estuve en el cargo de Dirección, donde junto a todo el equipo docente y asistentes de la educación se obtuvieron grandes logros, especialmente en el colegio más vulnerable, en relación a convivencia escolar y resultados de aprendizaje.

Trabajando tantos años en el sector particular subvencionado tenía una imagen del sistema Municipal, en relación a no comprender por qué teniendo tantos recursos y buenos profesionales han ido decayendo en matrícula y resultados de aprendizaje, siempre me preguntaba ¿cómo se explicaba ello? Fue así que en el año 2016 tuve la posibilidad de presentarme al concurso público por alta Dirección Pública de directores en la comuna de Coronel donde gracias a Dios gané y asumí el cargo el 18 de Abril de 2016. Qué gran desafío, aquí vamos, todo se puede… pensé.

El proceso de alta dirección pública fue desafiante, pues cada una de las 6 etapas tenía su grado de complejidad. Primero te enfrentas a la admisibilidad, luego a una evaluación curricular de tus antecedentes, después viene la evaluación psicolaboral a la cual jamás había sido sometida, por lo tanto fue una experiencia nueva y positiva porque pude enfrentarla con tranquilidad. Finalmente me entrevisté con la comisión calificadora que estaba compuesta por Jefe DEM, docente de la red de maestros de la comuna y representante de la alta dirección pública. Este fue un momento decisivo donde pude mostrar mis conocimientos y experiencia en la dirección de establecimientos educacionales, además de los logros alcanzados en mi trayectoria profesional. Luego de todo eso pasaron unos días y me comunican oficialmente que había ganado el concurso por mis méritos y conocimientos, siendo elegida por el sostenedor en primer lugar y con el más alto puntaje dentro de la terna. Fue un proceso muy ordenado y transparente, porque nadie conocía de mí en el sector público, toda mi carrera la había hecho en el área particular subvencionada. Me gustó participar, fue emocionante, enriquecedor y me fortaleció mucho profesionalmente. Considero que es posible observar procesos más transparentes de selección de directivos  en el sector municipal más que en el sector privado. Por lo menos en lo que refiere a la experiencia vivida.

La importancia de contar con procesos de selección para cargos directivos habla de que la política pública está pensando en calidad. Sin embargo, esto no es suficiente, porque un buen proceso de selección no necesariamente asegura que los directivos sean los más idóneos. Creo sí que es un paso importante en la política pública nacional, porque se estandarizan los procesos y se tienden a recibir los resultados de manera más confiable. Al mismo tiempo, impacta en el fortalecimiento profesional de los directores que ganan concursos, como en mi caso, ya que se validan y legitiman antes de entrar al cargo. Desde mi posición, considero que el proceso de selección por alta dirección pública debiese unir las características de la escuela al que se postula y la trayectoria profesional de los directores de acuerdo a esas características. De esa forma podría asegurarse de una manera más certera el éxito de las escuelas y también los liderazgos de los nuevos directores. De nada sirve seleccionar al mejor profesional para liderar una escuela o liceo, si la escuela o liceo no es el mejor espacio para la llegada de ese líder.